Abril Saad
Donald Trump ya lleva casi cuatro años en la presidencia , pese a todas las expectativas venció a Hillary Clinton y dejo a una buena parte del mundo con la boca abierta. Clinton llevaba la delantera , e incluso consiguió más votos que Donald Trump, pese a ello la modalidad de votación indirecta estadounidense le abrió las puertas de la Sala Oval a Trump en las elecciones de 2016.
Ante el inesperado giro de eventos de las elecciones anteriores en los Estados Unidos, las predicciones avanzan con mayor cautela, dejando claro que sí, en efecto, existe la posibilidad de que gane Trump , pero ciertamente la posición de Trump en las estadísticas electorales no parece ser muy fuerte. Podría parecer, a raíz de la anterior victoria del candidato republicano, que lo que dicen las encuestas no es un fiel reflejo sobre lo que verdaderamente pasa por las mentes de los votantes y más importante aun , el desenlace final en un sistema democrático basado en la votación indirecta.
Por un lado las encuestas claramente muestran que la ventaja , la lleva el candidato demócrata , con un chance de ganar en el colegio electoral de un 83% frente a un 16% para Trump, de acuerdo con los datos del Economista. Las encuestas unánimemente le dan la victoria a Biden , sin embargo existen razones poderosas por las cuales Trump tiene la posibilidad de dar batalla en las elecciones y con un poco de mala suerte ( desde la perspectiva de esta redacción) incluso ganar la reelección.
Trump posee una base firme de votantes dedicados , base que se compone de cristianos nacionalistas , cristianos conservadores y personas con puntos de vista restrictivos respecto a la inmigración (en la mayor parte de los casos, una forma amable de nombrar a los racistas). La base de Trump se mantiene firme y sin pena en estados como Georgia, Utah, Kentucky , Alabama y Missouri, sus votantes se proclaman a su favor a voz en cuello. Los estados sureños, repletos de racistas y religiosos conservadores se aferraran con fuerza a lo que sea que aleje a los demócratas del poder y des-afortunadamente representan un importante grupo demográfico en los Estados Unidos hasta nuestros días.
Por otro lado el sistema electoral estadounidense le aporta ciertas ventajas a Trump, una de las mas importantes es que el Colegio Electoral representa excesivamente a los votantes de los estados rurales (por su enorme importancia económica y debido a otras razones históricas) , y son precisamente estos votantes los religiosos y racistas de los Estados Unidos.
Pese a que Biden lidera los seis estados clave: Florida, Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Carolina del Norte y Arizona , esto puede inclinar a las elecciones a cualquiera de los dos lados. Las encuestas se pronuncian en favor de Biden, pero Trump todavía no tiene la puerta cerrada a la reelección.
La victoria de Trump reside en dos ejes fundamentales: su base de votos firmes y el ejercicio político de hacer a Estados Unidos olvidarse de su presente. "Make America Great Again" sigue siendo el motor de la campaña y del plan de gobierno de Trump, una idea seductora para todos aquellos que se quieren esconder en los viejos años de gloria y no ver la catastrófica realidad de una nación arruinada y enferma.
Ciertamente el gobierno de Trump deja mucho que desear en un gran numero de rubros, desde un punto de vista humanista, económico y hasta de salubridad la administración del presidente republicano ha dejado a los Estados Unidos en la vergüenza internacional. La actuación del gobierno frente a la gestión de la crisis por el COVID-19 , la respuesta ante el movimiento de Black Lives Matter, su posición frente al enorme problema que representa el calentamiento global, todas fallas rotundas de la administración de Trump que podrían ser su condena si tan solo los ciudadanos estadounidenses deciden abrir sus ojos y voltear a ver las enormes problemáticas nacionales que se han gestado en sus narices.
El triunfo de Trump o su derrota dependen de la conciencia social de los votantes estadounidenses y de su habilidad para entender las problemáticas reales del país. Desafortunadamente son muchos quienes culpan de todos los problemas del país norteamericano a los inmigrantes, los negros y los socialistas y a su vez son muchos los que se han convertido en presa del pánico generado por la enorme crisis sanitaria y económica a la que hoy nos enfrentamos.
La derrota de Trump o su triunfo marcaran los próximos cuatro años por venir, y no solo para los los ciudadanos estadounidenses si no que enmarcaran las tendencias políticas para todo el mundo. Trump representa una gran amenaza para todos los defensores de izquierda, para los representantes del feminismo, de los derechos humanos y de las pocas luces que nos quedan en este mundo. De este lado del muro, nuestras opiniones respecto a los candidatos estadounidenses no tienen repercusión directa , sin embargo la única gran arma que tenemos contra la inminente amenaza que es Trump para los valores humanitarios , es la del conocimiento. Conocimiento sobre lo que en verdad representaría la victoria de Trump para el escenario internacional , sobre los movimientos políticos y sociales que se están gestando en los Estados Unidos y conocimiento sobre las amenazas para la libertad, la democracia y la justicia.
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